miércoles, 5 de noviembre de 2014

Aprovechando el aceite de freír pescado

En mi casa, nos encanta los boquerones fritos. Bueno, en realidad, nos gusta casi cualquier tipo de pescado. Pero los boquerones y las sardinas, nos pirran. Así que aprovechando que yo había ido de visita a casa de mis padres y que para mí sola en mi casa no suelo comprar mucho pescado (a no ser que vaya enlatado), pues mi madre decidió darme la bienvenida con un banquete de pescado blanco, azul y de todos los colores habidos y por haber.
La vi hacer (porque no me dejó participar nada más que para limpiar el pescado) merluza en salsa verde, truchas y besugos al horno, almejas en salsa de vino blanco, sardinas a la plancha y, por supuesto, boquerones fritos. Después de freír los boquerones, guardó el aceite en un tarro de cristal y le pregunté si tenía pensado volver a freír boquerones para la cena. Me dijo que no, que ese aceite le vendría muy bien para freír pimientos con cebolla (otra de las especialidades de mi madre).
Claro, me sorprendí porque sé que todo lo que frías con el aceite del pescado va a terminar oliendo a pescado, pero me dijo que no, que los pimientos -tanto rojos como verdes- no absorbían ese olor, gracias a la piel que los recubría, siempre que el aceite lo dejes reposar durante unos cuantos días antes de usarlo.
Tomé nota y, por supuesto, no podía dejar de compartirlo con vosotros.
C I A O ;)

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