Después de tener la ropa blanca guardada durante mucho tiempo, nos damos cuenta de que le han salido unas manchas amarillentas. Entonces metemos esas prendas en la lavadora con lejía , pero la ropa acaba estropeándose.
Yo os propongo que en vez de usar lejía, uséis algo que todos seguro que tenemos en casa: leche. Sí, como lo estáis leyendo. Sólo tenéis que rociar la ropa con un poquito de leche cruda, esperar unos cinco minutos y después lavarla normalmente.
Ya veréis como os queda perfecta!!!
C I A O ;)
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