Las prendas de seda son muy bonitas y sientan muy bien, pero también son muy delicadas y se suelen estropear con los lavados. Corbatas, blusas, vestidos, pañuelos... pueden perder el brillo y su belleza natural y parecer muy usadas aunque sólo te los hayas puesto una sola vez.
Para que tus prendas de seda mantengan su brillo mucho tiempo y parezcan siempre nuevas, como recién compradas, hay que seguir unos sencillos pasos al lavarlas:
1.- Lavarlas siempre a mano con agua tibia o fría y, preferiblemente, con jabón neutro. No hay que frotar ni estrujarla.
2.- Procura lavarlas en el agua en la que hayas hervido previamente judias blancas. No es necesario que las cuezas sólo para eso, simplemente no eches sal ni aceite cuando las prepares y guarda el líquido en un envase para cuando te venga bien usarlo.
Para eliminar el exceso de agua basta con enrollarla sobre una toalla limpia y estirarla al aire libre sin que le dé el sol. De esta manera, también evitarás tener que plancharla. Aún así si necesitaras plancharla, lo suyo sería colocar un paño entre la prenda de seda y la plancha -que pondremos a temperatura media- para evitar que el calor estropee el brillo o la intensidad del color. Hay que recordar también plancharla del revés para evitar los brillos.
A veces las prendas de seda blanca también quedan un poco amarillentas. Para eso, sólo tienes que poner en el agua del lavado unas gotitas de vinagre o agua oxigenada.
Pruébalo, ¡¡quedarán como nuevas!!
C I A O ;)
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